jueves, 8 de abril de 2010

si quieres ser pintor, no tengas prisas




los colores

un día de invierno, en el taller de arte, le dije a mi profesora Graciela..._creo que estoy loca
y ella me contesto:_vos tenes un exceso de realidad.

ahora paso el tiempo y creo firmemente que para sobrellevar algo de esta realidad...hay que estar un poco loco.

Sobre la Obra de GRACIELA FERNÁNDEZ LEÓN

Nacida en la ciudad de Rosario, (Argentina), Graciela Fernández León, lleva en sus genes la innata creatividad de su propia familia, poblada de artistas tales como Macedonio Fernández y Lucio Fontana. Así es como parte desde muy temprana edad, llevando consigo la ética y la estética de ambos. Naturalmente, hereda al unísono, la bella y profunda poética de Macedonio, como de Lucio su genial “visión mística del espacio”. Pero Fernández León va mucho más allá, caminante obstinada y reflexiva de una teoría original y propia: como “huella digital”; propone la posibilidad de relecturas que ubiquen conceptualmente el sentido y la proyección de su ser, de su hacer y de su estar. Su obra es el producto de un permanente acto de Fe; maneja creativamente una formidable carga perceptual expresada en gestos puros, valiéndose de recursos simples; gráficos que recuerdan a los graffitis mayas, como “mensajes” del cielo, de otros mundos, del Cosmos.
Inefables símbolos, mapas cósmicos, signos, que bajan de otras dimensiones de ella misma, transformándose en imágenes inagotables, que tocan su Alma y la de quien las “ve”.
Es evidente la coherencia de su vital e incesante búsqueda de los orígenes del hombre americano, expresada con sutil intimidad. Memoria ancestral, del tiempo y del espacio, donde las distintas culturas aborígenes, se afinan con civilizaciones y/o étnias quizás anteriores, aún indescifrables; como anunciando el “renacer del hombre nuevo” en sintonía con el Universo todo.
El discurso estético de la obra de Graciela Fernández León, trasciende la obra misma, tornando “visible lo invisible tanto como invisible lo visible”, quizás, anticipándose a nuevos paradigmas del Arte.
“El Arte no sólo como canal de expresión sino también de recepción”, rompiendo sus limitaciones y permitiendo una nueva y ganada libertad de interpretación.
La última serie de Fernández León, “Piedras, semillas de estrellas”, logra transmitir lo máximo con lo mínimo. “Gesto inicial y espontáneo”, incisiones en soporte de piedra, cargado de sensible y espiritual universalidad, como fragmentos de un Todo.
Inexorablemente, me recuerda a un anónimo texto indígena andino: “Cuando yo vea, cuando yo conozca, cuando yo haga signos, cuando yo discierna el futuro, tú me verás, tú me conocerás”.

Manifiesto de “Tablas de Signos”

Vivimos en un universo simbólico,
que nos contacta cotidiana y permanentemente
con nuestros antepasados.

El hilo invisible
que nos une al origen de nuestra raza humana
no se ha roto,
nuestra naturaleza lo conserva en su misteriosa intimidad.

Aunque enmarañados en este caótico final de siglo,
el germen del orden se halla en nosotros mismos,
para configurar un nuevo ciclo de síntesis
que nos conduzca a la armonía espiritual.


Graciela Fernández León
Julio 1996


a vos te debo el amor por los colores...gracias maestra del alma.

mes colifatos...poc a poc

colifato: del lunfardo (El lunfardo es una jerga originada en la ciudad de Buenos Aires y alrededores, que es utilizada en la región del Río de la Plata (Argentina y Uruguay), aunque varias de sus palabras en el transcurso del siglo XX y el presente siglo, algunos países vecinos han adquirido en parte este lenguaje, ejemplo Chile y Paraguay.)y que significa "LOCO QUERIBLE"